Participar por una educación por el cambio.

La participación escolar es una las piezas fundamentales para definir el tipo de escuela queremos. Mi experiencia en relación con este tema podría decir que ha sido pobre y frustrada. ¿por qué? Porque la imagen, por ejemplo, que me tocaba a mí como alumna, era ser delegada de la clase. Ser delegado estaba mal visto por el resto de mis compañeros, significaba ser un pardillo, alguien que tenía unas obligaciones que no se entendía para que…solo para decir cuando poner el examen… pero nada más. Ahora que conozco como se forma el consejo escolar me da mucha no haber sido representante de los alumnos porque podría haber aportado mi pequeño grano de arena para mejor el centro.

Creo que esa falta de motivación de los alumnos por no asumir un papel dentro de la participación de escolar es debido a que el centro no es transparente sobre ¿qué es el consejo escolar? ¿qué funciones tiene un delegado? ¿para qué sirven las asociaciones?, etc.. La ausencia de información y de comunicación a los alumnos sobre estos temas hace que los alumnos lo vean como una “carga que no sirve para nada”, es tener una obligación más que no les compensa.

Profesores y otros miembros del centro tienen que introducir a los alumnos el mundo de la participación. ¿Cómo lo pueden hacer? Desde una manera fácil, flexibles y adaptable pueden:

  1. Disfrutar con la participación.
  2. Motivar al alumnado y reforzar su protagonismo.
  3. Mostrar otras formas de hacer en el aula, a partir de un aprendizaje vivencial y participativo.
  4. Acercar la participación a las aulas y, en la medida de lo posible, a los centros educativos.
  5. Definir el papel del profesor/a como facilitador/a del grupo a partir de pistas, orientaciones, recomendaciones y material de apoyo.

Respecto a otra parte clave que no podemos olvidar, y que es difícil de contar con ello, debido a la casuística de cada caso, es la participación de las familias. Muchos padres y madres debido a los horarios no pueden acercarse al ámbito escolar de sus hijos. Mi propuesta para cambiarlo podría ser:

  1. Conocer el caso de cada familia, fácilmente con una encuesta online.
  2. Dependiendo del resultado adaptarlo a la mayoría, por ejemplo, la mayoría de los padres el viernes por la tarde lo tienen libre.
  3. La minora que no se adapta se pueden optar por otros medios. Por ejemplo, que solo está libre el finde semana por videoconferencia o estar al tanto por las actas y noticas del instituto por vía correo electrónico.
  4. Crear vínculos con la familia, los hijos y el centro. Por ejemplo, hacer una comida de fin de curso. En las celebraciones da la oportunidad de relajarnos y de establecer conversaciones y conocer la gente que forma parte de esa gran familia que es el instituto.

En cualquier caso, la participación lo que cuenta es la actitud que ponemos, por que las herramientas y lo medios lo tenemos para facilitarlo, solo falta la motivación por crear una educación más justa y comprometida por el cambio.


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